ENGAÑOS...
Solo yo percibo el perfume
de otro cuerpo en tu piel.
Solo yo, porque para ello
se ha de ser mujer.
Solo yo percibo
tu pensamiento ausente
en nuestra habitación.
Hay que ser mujer para comprender
adonde vuela tu imaginación.
Arrugas sábanas ajenas,
mientras las nuestras yo plancho,
para que luego las manches
de mentiras y fracasos.
Me has usado como cuerpo,
para vaciar tus fantasías.
Tu dignidad acababa
donde empezaba la mía.
Ahora que ella se da cuenta,
de que tu cuenta se acaba,
ahora vienes con el cuento,
como si nada pasara.
— ultrajes cortantes —
Desde mi rincóncito,Tu Paloma.
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Precioso poema qurida amiga...besos
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