Báñame del fresco rocío,
que se escapa de tus noches,
déjame hacer derroches,
de tu hermosura sagrada,
saca de mí esta espada,
que propina ese dolor,
indefensa es una flor,
que el otoño maltrata.
¿Por que me tratas de ingrata?
Si vivo en el cautiverio,
donde vislumbro el misterio,
que consume este existir,
déjame a mi descubrir,
tu esplendor tan desquiciado,
no trate de ser osado,
no te quieras resistir.
Déjame ser orgullosa,
de tu rezo tan sentido,
y no tires al olvido,
estas letras que son un verso,
viajemos a los cerezos,
donde no existe porfía,
desnuda esta el alma mía,
que la luna guarda celosa.
Mójame del fresco rocío,
acerquemos las distancias,
déjate de arrogancia,
causa de mis desvaríos,
abrázame en tu lujuria,
de furor, y pasión loca,
con los besos de tu boca,
que deliciosa, deliciosa penuria.
Llévame muy tempranito,
hasta la orilla del río,
quiero ser el desafio,
que desgarre tus ojitos,
llévame, llévame al río derecho,
lléname de amor, y de pasiones,
y exhausto los dos, de ilusiones,
descansemos en los helechos.
Báñame del fresco rocío,
humedece de mí, el alba,
te quitaré del cuerpo la calma,
porque yo regreso, y porfío,
sola yo húmeda, y mojada,
me robaré todos tus sueños,
olvidaré mi pudor, con empeño,
dueña yo de tu alborada.
Paloma-Almalibre.
Febrero/10/2014.
Derechos Reservados.
Por el Autor.
USA.
Música: Rachmaninoff - Piano Concerto No.2 in C Minor, Op.18, Vladimir Ashkenazy - London Symphony Orch.- Andre Previn
No hay comentarios:
Publicar un comentario