Ardiente agonía.





Ardiente agonía.


Somos ardiente agonía de deseos,
nos amamos sin ningún horario,
cuelga amarillo un calendario,
en la vieja pared que a diario veo. 

Pasiones en ruego que te son pocas,
un frenesí que me abriga el cuerpo,
volamos a un paraíso sin tiempo,
extasiados sobre una dura roca.

Eres volcán que no apaga su fuego,
haciendo que arda mi cueva abierta,
no encuentro para escapar la puerta,
antes que esta lujuria me haga polvo.

Cuánta pasión sanamente ensalzada,
junto a tu cuerpo me cimbro gozosa,
¡besando tu pecho me siento dichosa!
Soy una feliz mujer de ti enamorada. 

Dulcemente te he hecho perder, la calma,
te espero esta noche, te pasaré mis manos,
para pasearnos, por los placeres mundanos,
en la estocada medida, se embriagará el alma.

Luzille Medina.
Julio/11/2014.
Derechos Reservados
del Autor
USA.

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