EL PADRENUESTRO II parte
"Cuando orais, decid: Padre nuestro".
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Jesús nos enseña a llamar a su Padre, nuestro Padre. No se averguenza de llamarnos hermanos. Tan dispuesto, y ansioso, esta el corazon del Salvador a recibirnos como miembros de la familia de Dios, que desde las primeras palabras que debemos emplear para acercarnos a Dios l expresa la seguridad de nuestra relacion divina: "Padre nuestro".
Aqui se enuncia la verdad maravillosa, tan alentadora y consoladora de que Dios nos ama como ama a su Hijo. Es lo que dijo Jesús en su postrera oracion en favor de sus discipulos: "Los has amado a ellos como tambien a mi me has amado".
El Hijo de Dios circunda de amor este mundo que Satanas reclamaba como suyo y gobernaba con tirania cruel, y lo liga de nuevo al trono de Jehova mediante una proeza inmensa. Los querubines, serafines y las huestes innumerables de todos los mundos no caidos entonaron himnos de loor a Dios y al Cordero cuando su victoria queda asegurada. Se alegraron de que el camino a la salvacion se hubiera abierto al genero humano pecaminoso y porque la tierra iba a ser redimida de la maldicion del pecado. Cuanto mas deben regocijarse aquellos que son objeto de tan asombroso amor!
Como podemos quedar en duda e incertidumbre y sentirnos huerfanos? Por amor a quienes habian transgredido la ley, Jesús toma sobre si la naturaleza humana; se hizo semejante a nosotros, para que tuvieramos la paz y la seguridad eternas. Tenemos un Abogado en los cielos, y quienquiera que lo acepte como Salvador personal, no queda huerfano ni ha de llevar el peso de sus propios pecados.
"Amados, ahora somos hijos de Dios" "Y si hijos de Dios, tambien herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con el, para que juntamente con el seamos glorificados". "Y aun no se ha manifestados lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando el se manifieste, seremos semejantes a el, porque le veremos como el es".
El primer paso para acercarse a Dios consiste en conocer y creer en el amor que siente por nosotros; solamente por la atraccion de su amor nos sentimos impulsados a ir a el.
La comprension del amor de Dios induce a renunciar al egoismo. Al llamar a Dios nuestro Padre, reconocemos a todos sus hijos como nuestros hermanos. Todos formamos parte del gran tejido de la humanidad; todos somos miembros de una sola familia. En nuestras peticiones hemos de incluir a nuestros projimos tanto como a nosotros mismos. Nadie ora como es debido si solamente pide bendiciones para si mismo.
El Dios infinito, dijo Jesús, os da el privilegio de acercaros a el y llamarlo Padre. Comprended todo lo que implica esto. Ningun padre de este mundo ha llamado jamas a un hijo errante con el fervor con el cual nuestro Creador suplica al transgresor. Ningun amante interes humano siguir al impenitente con tantas tiernas invitaciones Morad Dios en cada hogar; oye cada palabra que se pronuncia, escucha toda oracion que se eleva, siente los pesares y los desengaños de cada alma, ve el trato que recibe cada padre, madre, hermana, amigo y vecino. Cuida de nuestras necesidades, y para satisfacerlas, su amor y misericordia fluyen continuamente.
Si llamais a Dios vuestro Padre, continua, os reconoceis hijos suyos, para ser guiados por su sabiduria y para darle obediencia en todas las cosas, sabiendo que su amor es inmutable. Aceptareis su plan para vuestra vida. Como hijos de Dios, considerareis como objeto de vuestro mayor interes, su honor, su caracter, su familia y su obra. Vuestro gozo consistira en reconocer y honrar vuestra relacion con vuestro Padre y con todo miembro de su familia. Os gozareis en realizar cualquier accion, por humilde que sea, que contribuya a su gloria o al bienestar de vuestros semejantes.
"Que estas en los cielos"
Aquel a quien Cristo pide que miremos como "Padre nuestro", "esta en los cielos; todo lo que quiso, ha hecho". En su custodia podemos descansar seguros diciendo: "En el dia que temo, yo en ti confio."
"Santificado sea tu nombre."
Para santificar el nombre del Señor se requiere que las palabras que empleamos al hablar del Ser Supremo sean pronunciadas con reverencia. "Santo y temible es su nombre"." Nunca debemos mencionar con liviandad los titulos ni los apelativos de la Deidad." Por la oracion entramos en la sala de audiencia del Altisimo y debemos comparecer ante el con pavor sagrado. Los angeles velan sus rostros en su presencia. Los querubines y los esplendorosos y santos serafines se acercan a su trono con reverencia solemne. Cuanto mas debemos nosotros, seres finitos y pecadores, presentamos en forma reverente delante del Señor, nuestro Creador!

Pero santificar el nombre del Señor significa mucho mas que esto. Podemos manifestar, como los judios contemporaneos de Cristo, la mayor reverencia externa hacia Dios y, no obstante, profanar su nombre continuamente "El nombre de Jehova" es: "Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad. . . ; que perdona la iniquidad, la rebelion y el pecado". Se dijo de la iglesia de Cristo: "Se le llamara: Jehova, justicia nuestra". Este nombre se da a todo discipulo de Cristo. Es la herencia del hijo de Dios. La familia se conoce por el nombre del Padre. El profeta Jeremias, en tiempo de tribulacion y gran dolor oro: "Sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares".
Este nombre es santificado por los angeles del cielo y por los habitantes de los mundos sin pecado. Cuando oramos "Santificado sea tu nombre", pedimos que lo sea en este mundo, en nosotros mismos. Dios nos ha reconocido delante de hombres y angeles como sus hijos; pidimosle ayuda para no deshonrar el "buen nombre que fue invocado sobre" nosotros. Dios nos envia al mundo como sus representantes. En todo acto de la vida, debemos manifestar el nombre de Dios. Esta peticion exige que poseamos su caracter. No podemos santificar su nombre ni representarlo ante el mundo, a menos que en nuestra vida y caracter representemos la vida y el caracter de Dios. Esto podra hacerse unicamente cuando aceptemos la gracia y la justicia de Cristo.
"Venga tu reino"
Dios es nuestro Padre, que nos ama y nos cuida como hijos suyos; es tambien el gran Rey del universo. Los intereses de su reino son los nuestros; hemos de obrar para su progreso.
Los discipulos de Cristo esperaban el advenimiento inmediato del reino de su gloria; pero al darles esta oracion Jesus les enseño que el reino no habia de establecerse entonces. Habian de orar por su venida como un suceso todavia futuro. Pero esta peticion era tambien una promesa para ellos. Aunque no verran el advenimiento del reino en su tiempo, el hecho de que Jesus les dijera que oraran por el es prueba de que vendra seguramente cuando Dios quiera.
El reino de la gracia de Dios se esta estableciendo, a medida que ahora, dia tras dia, los corazones que estaban llenos de pecado y rebelion se someten a la soberania de su amor. Pero el establecimiento completo del reino de su gloria no se producira hasta la segunda venida de Cristo a este mundo. "El reino y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo" seran dados "al pueblo de los santos del Altisimo". Heredaran el reino preparado para ellos "desde la fundacion del mundo". Cristo asumira entonces su gran poder y reinara.
Las puertas del cielo se abriran otra vez y nuestro Salvador, acompañado de millones de santos, saldra como Rey de reyes y Señor de señores. Jehova Emmanuel "sera rey sobre toda la tierra. En aquel dia Jehova sera uno, y uno su nombre". "El tabernaculo de Dios" estara con los hombres y Dios "morara con ellos; y ellos seran su pueblo, y Dios mismo estara con ellos como su Dios".
Jesús dijo, sin embargo, que antes de aquella venida "sera predicado este Evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones". Su reino no vendra hasta que las buenas nuevas de su gracia se hayan proclamado a toda la tierra. De ahi que, al entregarnos a Dios y ganar a otras almas para el, apresuramos la venida de su reino. unicamente aquellos que se dedican a servirle diciendo: "Heme aqui, enviame a mi", para abrir los ojos de los ciegos, para apartar a los hombres "de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanas a Dios; para que reciban, por la fe. . . perdon de pecados y herencia entre los santificados"; solamente estos oran con sinceridad: "Venga tu reino".
Ya sabes que desde siempre te he esperado y así lo haré, es una promesa de amor que va acompañada con la bendición de Dios, y nadie podría alejarme de ti Jesús... te amo eternamente.
Desde mi rincón para ti,
Tu Paloma.
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